Las previsiones de primavera muestran una recuperación económica gradual en la UE

Las previsiones de primavera de la Comisión confirman que la recuperación económica va aflorando en la UE. Tras haber experimentado la mayor recesión de su historia, se prevé que la economía de la UE crezca un 1% en 2010 y un 1,75% en 2011. Con respecto a las previsiones de otoño de la Comisión, se trata de una revisión al alza de un cuarto de punto porcentual para este año, debido al marco exterior más favorable de que disfrutan los países de la UE. No obstante, la débil demanda interna sigue obstaculizando una recuperación más vigorosa.

Se prevé que la rapidez de la recuperación varíe entre Estados miembros, reflejando sus particulares circunstancias y las políticas que aplican. Las condiciones del mercado laboral han mostrado recientemente signos de estabilización, previéndose que la tasa de desempleo de la UE alcance un máximo este año, en un nivel inferior al previsto anteriormente, aunque, en cualquier caso, próximo al 10%.

Las medidas presupuestarias que se han aplicado temporalmente han sido fundamentales en la inversión de la tendencia de la economía de la UE, pero también han agravado el déficit público, que aumentaría hasta el 7,25% del PIB en 2010, y disminuiría ligeramente en 2011.

La recesión económica finalizó en la UE en el tercer trimestre de 2009, gracias en gran parte a las excepcionales medidas de crisis aplicadas en el marco del  Plan Europeo de Recuperación Económica., aunque también debido a otros factores temporales. Más allá de la reactivación inicial, la recuperación está resultando más gradual que en anteriores ocasiones, y al igual que otros países desarrollados, la UE tendrá que hacer frente a las secuelas de la crisis aún por algún tiempo.

Recuperación gradual tras la crisis

Aunque globalmente las perspectivas de crecimiento a corto plazo siguen sin ser favorables, se prevé cierta mejora en comparación con las previsiones de otoño, y ello como consecuencia de un mayor repunte del comercio y la actividad económica mundial al inicio del año y de unas mejores perspectivas de la economía mundial. La economía de la UE afronta factores adversos en diversos frentes, que se prevé frenarán la demanda. El perfil de esta recuperación probablemente se verá afectado, en cierta medida, por una serie de factores temporales, relacionados con las condiciones climáticas, de carácter cíclico o inducidos por las políticas aplicadas.

Se prevé que el crecimiento del PIB no se afianzará hasta finales de 2010, con la desaparición gradual de estos efectos, y ello debido al muy bajo nivel de utilización de la capacidad, al desapalancamiento y a la mayor aversión al riesgo, que frena la inversión, y al moderado aumento del consumo privado. La expansión del consumo privado también está limitada por el débil incremento de los salarios y el empleo y, en algunos países, por los ajustes en el mercado inmobiliario.

A pesar de los signos aparentes de estabilización, se prevé que persista ladebilidad de la situación del mercado de trabajo. La evolución en este sector será de importancia capital para el proceso de recuperación de la UE y podría llevar a una revisión de las previsiones al alza o a la baja, en función de la eficacia de las medidas que se adopten.

Por otra parte, la reactivación de los mercados emergentes y la consiguiente recuperación del comercio podría impulsar la economía de la UE más allá de las expectativas actuales. La reciente mejora de la confianza parece apuntar a la necesidad de revisar al alza las previsiones a corto plazo. Cabe esperar que un éxito del dispositivo de apoyo financiero a Grecia aumente la confianza de inversores y consumidores.

Los cuadros siguientes y el texto completo del documento de previsión pueden consultarse en la web de la DG de economía y finanzas de la Comisión Europea.

La Comisión suele publicar sus previsiones económicas cuatro veces al año: provisionales en febrero y septiembre y definitivas en primavera y otoño. Las próximas previsiones deberían hacerse públicas en mayo. El informe provisional de septiembre mostró un cierto optimismo en cuanto a los primeros síntomas de recuperación en la economía europea,y el publicado en febrero todavía consideraba la recuperación económica como "frágil".