Bruselas pone en marcha un plan de medidas de 200.000 millones de euros para abordar la crisis económica

La Comisión Europea ha presentado un Plan integral destinado a recuperar a Europa de la actual crisis económica, que establece un estímulo fiscal oportuno, específico y temporal por un total aproximado de 200.000 millones de euros, lo que equivale al 1,5% del PIB de la UE, con cargo tanto a los presupuestos nacionales (alrededor de 170.000 millones, equivalentes al 1,2% del PIB) como a los de la UE y el Banco Europeo de Inversiones (alrededor de 30.000 millones; 0,3% del PIB).

El Plan se basa en dos elementos principales que se refuerzan mutuamente. En primer lugar, medidas a corto plazo para impulsar la demanda, salvar empleo y ayudar a restaurar la confianza. En segundo lugar, una inversión inteligente que se traduzca en mayor crecimiento y una prosperidad sostenible a largo plazo.

“A corto plazo, el Plan puede consolidar el empleo de millones de personas, transformando la crisis en una oportunidad de lograr un crecimiento limpio y un futuro con más y mejores trabajos. Un estímulo fiscal oportuno, con objetivos claros y temporal ayudará a encarrilar de nuevo nuestra economía por la vía del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, declaró el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

La principal prioridad es proteger a los ciudadanos europeos de los peores efectos de la crisis financiera ya que son ellos, en calidad de trabajadores, familias y empresas, los primeros afectados. Cada Estado miembro deberá adoptar medidas adecuadas para sus propios ciudadanos y que beneficien al resto de Europa.

Como parte de la contribución de la UE a este estímulo, el Plan propone acelerar pagos por un importe máximo de 6.300 millones de euros con cargo a los fondos estructurales y sociales. Con el fin de mejorar las interconexiones en materia de energía y la infraestructura de banda ancha, la Comisión movilizará otros 5.000 millones de euros en el periodo 2009-2010.

Asimismo, el Banco Europeo de Inversiones incrementará sus intervenciones en aproximadamente 15.000 millones de euros en 2009 y en una cantidad similar durante 2010.

Está previsto que el estímulo tenga una duración limitada, tras lo cual los Estados miembros deberían estar en condiciones de recuperarse del deterioro presupuestario. Los Estados miembros deberán detallar como cuentan lograrlo y garantizar una viabilidad a largo plazo mediante programas actualizados de estabilidad o de convergencia que deberán presentar antes de que finalice 2008.

A parte del estímulo fiscal de 200.000 millones de euros, la Comisión propone simplificar los criterios para recibir apoyo del Fondo Social Europeo, reprogramar el gasto y adelantar los pagos a partir de principios de 2009, para que los Estados miembros puedan hacer uso más rápidamente de un máximo de 1.800 millones de euros.

También se adelantará un importe máximo de 4.500 millones de euros de los fondos de cohesión, junto con otras medidas para acelerar la ejecución de grandes proyectos de inversiones.

El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) será revisado para que intervenga de forma más rápida y se ampliará su ámbito con el fin de que pueda ayudar a los trabajadores a mantener su empleo o encontrar uno a quienes no lo tienen.

Otro aspecto importante que aborda el Plan es la reducción de las cargas sociales que soportan los empresarios. En este sentido, pide al Consejo que adopte, antes del Consejo Europeo de primavera de 2009, la propuesta de directiva destinada a aplicar permanentemente un IVA reducido a los servicios intensivos en mano de obra.

Inversiones inteligentes

El Plan incluye propuestas detalladas para la cooperación entre los sectores público y privado para impulsar tecnologías limpias y apoyando la innovación a través de iniciativas como el coche verde europeo, con una financiación combinada de 5.000 millones de euros, los edificios energéticamente eficaces (1.000 millones) y las fábricas del futuro (aproximadamente 1.200 millones).

El Plan hace hincapié en las inversiones inteligentes, es decir, en una mayor inversión en educación, formación y reciclaje profesional que ayude a las personas a conservar su trabajo y a reincorporarse al mercado laboral e incrementar la productividad.

Por otro lado, el Plan se basará en la Ley sobre la pequeña empresa, con el fin de facilitar más ayuda a todas las Pyme, incluyendo, entre otras cosas, la eliminación del requisito de que las microempresas elaboren cuentas anuales.

El Plan también incluye otras iniciativas para aplicar las normas sobre ayudas estatales. Estos nuevos pasos incluyen un paquete de simplificación para acelerar la toma de decisiones, un aumento temporal del umbral de seguridad para el capital de riesgo hasta 2,5 millones de euros y también, provisionalmente, un mayor margen para que los Estados miembros garanticen préstamos a las empresas

La Comisión pedirá a los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en el Consejo Europeo del 11 y 12 de diciembre que aprueben el Plan
. Esto podrá permitir a Europa encabezar las medidas adoptadas en todo el mundo para apoyar la economía real, tal como su liderazgo en los mercados financieros condujo a un acuerdo en la Cumbre del G-20 celebrada en Washington el 15 de noviembre.