La Comisión Europea pide más esfuerzos en la digitalización del patrimonio cultural europeo
La Comisión Europea ha adoptado una Recomendación en la que pide que aumente la digitalización de los materiales europeos para conservar el patrimonio cultural de la UE y que se implique en esta tarea al sector privado. Asimismo anima a los Estados miembros a que desarrollen planes rigurosos y creen asociaciones con la finalidad de incorporar a Europeana treinta millones de objetos de aquí a 2015.
Para facilitar el acceso al patrimonio cultural europeo e impulsar el crecimiento de las industrias creativas de Europa, la Comisión Europea ha pedido a los Estados Miembros en una Recomendación que redoblen sus esfuerzos en la digitalización del material cultural, aúnen sus recursos e impliquen al sector privado en la digitalización del material cultural. En la Recomendación se pide concretamente que los Estados miembros desarrollen planes rigurosos y creen asociaciones con la finalidad de incorporar a Europeana treinta millones de objetos de aquí a 2015, además de poner on line más material protegido por derechos de autor y más obras fuera de comercio.
En particular la Recomendación invita a los Estados miembros a implantar planes sólidos de inversión en digitalización e impulsar asociaciones público-privadas para compartir su coste. Asimismo pide que refuercen sus estrategias y adapten sus legislaciones para garantizar la conservación a largo plazo del material digital, por ejemplo velando por que el material depositado no esté protegido por medidas técnicas que obstaculicen la labor de conservación que lleven a cabo las bibliotecas. En agosto de 2010, la Comisión inició además, una consulta pública sobre el fomento del patrimonio cultural on line.
Según la Comisión, la digitalización del patrimonio cultural de la UE permitirá a los ciudadanos de toda Europa acceder a él y utilizarlo en cualquier momento en sus actividades de ocio, en sus estudios o en su trabajo. Además este material puede ser también útil para fines comerciales y no comerciales, como el desarrollo de contenidos educativos y de aprendizaje, documentales y aplicaciones turísticas, lo que puede suponer enormes oportunidades económicas a las industrias creativas de Europa, que representan el 3,3% del PIB y el 3% del empleo de la UE.