El Consejo no llega a un acuerdo sobre la propuesta de productos alimenticios para los más desfavorecidos
La reunión del Consejo de ministros europeos de agricultura y pesca se ha celebrado con la duda de llegar a un acuerdo sobre la distribución de productos alimenticios para los más desfavorecidos en la UE. Además, los ministros debatieron sobre el uso energético de la biomasa de origen agrícola y se les informó sobre la crisis en el sector de frutas y verduras y las ayudas directas nacionales complementarias en el año 2012.
Tras la reunión del Consejo celebrada por los ministros de Agricultura y Pesca, la Presidencia polaca de la UE no puede asegurar una mayoría a favor en la propuesta de la Comisión sobre la garantía para el buen funcionamiento del programa de productos alimenticios para las personas más desfavorecidas. Algunas delegaciones han formado una minoría de bloqueo puesto que tienen reservas en lo que concierne al fundamento jurídico del texto, que en su opinión, deben proceder de la política social en vez de la política agrícola. Otras delegaciones expresaron su preocupación en lo que respecta a la medida introducida de cofinanciación. Sin embargo, a pesar de estas posiciones, la Presidencia espera conseguir un compromiso en las próximas semanas.
La Comisión propuso modificar las normas actuales en 2008 en una propuesta legislativa y se informó al Consejo ese mismo año. En dicha propuesta, los alimentos procederían de las existencias de intervención o del mercado, pero esta última fuente ya no se limita a situaciones de indisponibilidad temporal de las existencias de intervención como ocurre actualmente. Por otra parte, la desaparición gradual de las existencias de intervención, debido a la reformulación de la política agrícola común (PAC) y de los altos precios de los productos agrícolas, ya ha incrementado el esquema actual de dependencia del mercado para el suministro de alimentos. La propuesta también introduce la cofinanciación del programa y un techo de contribución financiera de la Unión. En 2010, se introdujo una propuesta de nueva modificación para reformar el texto en conformidad con la disposiciones del Tratado de Lisboa. Se propuso un cambio en las reglas para la cofinanciación de proyectos con un aumento de la contribución de la Unión y que las fuentes de financiación en los Estados miembros pudieran ser públicas o privadas.
Por otro lado, los ministros de Agricultura y Pesca también intercambiaron opiniones sobre la uso de la energía de biomasa de origen agrícola. En este caso, todas las delegaciones acogieron con satisfacción la iniciativa de la Presidencia para iniciar un debate sobre cómo la agricultura debe contribuir a los objetivos de la Estrategia 2020 sobre el cambio climático. Como principales conclusiones sobre este tema, los ministros consideran que la PAC, la política de cohesión europea y la política energética deben promover el desarrollo de unidades dispersas de generación de energía alimentada por biomasa proveniente de la agricultura. Asimismo, un proyecto europeo ha conseguido probar que la utilización de la biomasa constituye una fuente para la creación de empleo. Sin embargo, los efectos potenciales del uso de la biomasa en la protección del clima y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se tienen que evaluar, así como otros problemas por lo que es difícil aún hacer pleno uso de subproductos y residuos de la agricultura con fines energéticos.