EL Consejo analiza la situación en el Sur del Mediterráneo y condena la violencia en Libia
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, reunidos en Bruselas el 21 de febrero bajo la presidencia de la Alta Representante Catherine Ashton, trataron en profundidad la situación planteada en los países vecinos del sur y expresaron su apoyo a las legítimas esperanzas y aspiraciones de cambio democrático y social, de justicia y desarrollo económico de los pueblos del Sur del Mediterráneo. El Consejo condenó en particular la continua represión ejercida contra los manifestantes en Libia y deploró la violencia y la muerte de civiles.
Al tiempo que la violencia crece en las calles de las principales ciudades de Libia y que diferentes fuentes informan de cientos de muertes entre los manifestantes contra el régimen de Muammar al-Gaddafi, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE han renovado la condena a la violencia y la represión en Libia tal como ya se expresara en la declaración formulada por la Alta Representante Catherine Ashton el 20 de febrero. Los ministros reclamaron que se ponga fin de inmediato al uso de la fuerza contra los manifestantes, y que todas las partes muestren moderación.
El Consejo pidió también que se garantice la libertad de expresión y el derecho a reunirse pacíficamente, y que sean respetadas y protegidas las legítimas aspiraciones y demandas del pueblo, abordándose desde un proceso abierto e inclusivo, por un futuro constructivo para el país y para su pueblo.
Aunque el Consejo no anunció ninguna acción conjunta para la repatriación de ciudadanos comunitarios, algunos Estados miembros anunciaron acciones en este sentido. Además, algunas empresas como compañías petroleras multinacionales y subcontratistas que operan en el país, han anunciado su intención de cerrar operaciones y sacar a sus empleados y sus familias del país.
Situación en el Mediterráneo Sur: Bahrein, Yemen, Túnez, Egipto
En cuanto a la situación en otros países de la zona, el Consejo acogió con satisfacción la decisión de las autoridades de Bahrein de abrir un diálogo nacional. También instó a las autoridades yemeníes a entablar un diálogo nacional amplio con la población con el fin de dar oídos a sus reclamaciones.
El Consejo reiteró su solidaridad con el pueblo de Túnez y el compromiso de la UE en apoyo de sus esfuerzos por establecer una democracia estable, basada en el imperio de la ley y el pluralismo, y con pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Reiteró además su compromiso para movilizar los medios e instrumentos necesarios para contribuir al desarrollo socio-económico del país y al establecimiento de las instituciones.
Los ministros reconocieron la valentía del pueblo de Egipto en su movilización pacífica y digna para el cambio democrático y recordaron el compromiso de la UE para apoyar la transición pacífica y ordenada hacia un gobierno civil y democrático basado en el imperio de la ley en Egipto, con pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Reiteraron el apoyo de la Unión a los esfuerzos realizados para crear una economía que mejore la cohesión social y promueva el crecimiento. El Consejo ha animado al gobierno provisional de Egipto a que establezca un calendario claro y tome medidas para la reforma constitucional, que allanará el camino para una elecciones parlamentarias y presidenciales libres y justas.