El Parlamento se muestra inamovible en relación al presupuesto de la UE para 2011
El Pleno del Parlamento Europeo mantuvo en la sesión del 23 de noviembre un debate con la Comisión y la presidencia belga de la Unión en el que no modificó su postura en relación al presupuesto para el año 2011. En su discurso previo al debate, el presidente de la Comisión, Durao Barroso, anunció que el colegio de comisarios está preparando un nuevo proyecto de presupuesto que debería presentar el 1 de diciembre y que esperan se apruebe en los 15 días posteriores.
En un debate en el que Barroso apeló al “espíritu europeo”, los eurodiputados mantuvieron su posición de bloqueo con respecto a las negociaciones con el Consejo para la adopción del presupuesto comunitario para 2011. La postura del Parlamento se mantiene en la aceptación de las cifras propuestas por el Consejo, si bien la Cámara reclama un acuerdo con respecto a la flexibilidad del presupuesto y la aplicación del Tratado de Lisboa de cara a las negociaciones sobre el marco financiero multianual y los recurosos propios.
En sus respectivos turnos de intervención, una mayoría de los diputados resaltaron esta posición de la Cámara, subrayando la necesidad de que los estados respeten el papel que el Tratado le otorga en relación a la gestión del presupuesto. Los diputados consideran que el futuro de las políticas derivadas del Tratado se juega en esta negociación y que el bloqueo de las negociaciones va en detrimento de los ciudadanos.
En el debate sobre los recursos propios, algunos diputados señalaron la necesidad de dotar a la Unión de instrumentos y financiación suficiente de manera que ésta no dependa de las voluntades a veces encontradas de los Estados. En relación al establecimiento de un impuesto específico para la financiación de estos recursos propios, algunas voces abogaron por llegar hasta el final del bloqueo con el fin de lograr este objetivo.
El presidente Barroso anunció propuestas para mediados de 2011 en relación a los recursos propios en las que se tendrían en cuenta las propuestas del Parlamento. En su intervención, Barroso destacó además que este debate debe abordar los costes de una “no-Europa”, y hacer pasar el mensaje de que la adhesión a la Unión Europea representa un asunto mucho más allá de los aspectos contables.
En cuanto a la flexibilidad, Barroso se mostró partidario de que el Consejo siga decidiendo la aplicación este instrumento por mayoría cualificada y recordó que se trata de un prepuesto que a diferencia de los nacionales se encuentra específicamente orientado a la inversión en políticas cuyos beneficiarios son fundamentalmente los ciudadanos. No se trata de un presupuesto para Bruselas, sino un presupuesto para los ciudadanos.
Melchior Wathelet, en representación del Consejo, manifestó la voluntad por parte de Consejo de acercar posturas y la necesidad de llegar a un acuerdo en las últimas semanas del año, ya que las consecuencias de una Unión Europea trabajando sin presupuesto serían muy negativas para la puesta en marcha de instrumentos como el Servicio Europeo de Acción Exterior, el futuro de políticas como la política de cohesión o los instrumentos de supervisión financiera.
El 25 de noviembre la Cámara votará una resolución sobre las negociaciones presupuestarias.