Doce puntos hacia una mejor ayuda al desarrollo

La Comisión Europea ha aprobado un ambicioso plan de la UE para avanzar más rápidamente hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En 2009, la ayuda de la UE experimentó un ligero descenso, situándose en 49 000 millones EUR; ello corresponde al 0,42 % del PNB de la UE, de modo que la UE sigue lejos de alcanzar el objetivo colectivo intermedio del 0,56 % en 2010, previo al objetivo del 0,7 % en 2015.

La UE sigue siendo el donante más generoso del mundo: representa más de la mitad de la ayuda mundial. La Comisión propone a los Estados miembros una serie de actividades en apoyo de los ODM, con el fin de aumentar la ayuda, hacer que esta sea más eficaz y centrarla en los países y sectores que más la necesitan.

En el marco del plan de la UE, la Comisión ha adoptado asimismo una Comunicación sobre fiscalidad y desarrollo, cuya finalidad es aumentar los ingresos públicos de los países en desarrollo aplicando sistemas fiscales nacionales más sólidos y luchando contra la evasión fiscal a nivel internacional. El plan de la UE señala una posible postura de esta con vistas a la cumbre de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por Naciones Unidas el próximo septiembre.

El plan de la UE propone actividades para garantizar el aumento de la ayuda por parte de los Estados miembros y respalda la necesidad de conseguir fuentes de financiación innovadoras. También se ocupa de la cuestión de la calidad de la ayuda: la Comisión desea que la ayuda sea más eficaz, compartiendo el empleo y las responsabilidades dentro de la UE y asegurándose de que no haya países que se queden sin ayuda. La Comisión garantizará asimismo que todas sus políticas sean coherentes con los objetivos de desarrollo.

El plan de la UE consta de doce puntos:

  • Se pedirá a los Estados miembros que elaboren planes anuales realistas y verificables para alcanzar objetivos concretos y que publiquen los primeros planes antes de septiembre de 2010. El Consejo Europeo debe conducir a un proceso de revisión inter pares entre los Estados miembros. El plan de la UE pide asimismo que se comparta de modo justo la carga de trabajo con otros donantes internacionales para buscar resultados más ambiciosos.
  • Aumento de la eficacia de la ayuda mediante una mejor coordinación de los programas de ayuda nacionales a nivel de la UE, lo que supone una mayor rentabilidad y un potencial ahorro de entre 3 000 y 6 000 EUR anuales aproximadamente. Debe impulsarse asimismo a nivel internacional la eficacia de la ayuda.
  • Centrarse en los países frágiles y los más atrasados con respecto al logro de los ODM.
  • Centrarse en los ODM que llevan mayor retraso, por medio de medidas sectoriales sobre el género, la salud, la educación y la seguridad alimentaria.
  • Fomentar la apropiación de los ODM en los países en desarrollo trabajando en forma de asociaciones, como la Estrategia Conjunta UE­-África.
  • Garantizar que otras políticas de la UE, como las de seguridad, comercio, migración, seguridad alimentaria y cambio climático, se llevan a cabo de modo coherente con los objetivos de desarrollo.
  • Movilizar recursos nacionales mediante una mejor fiscalidad en los países en desarrollo. De modo paralelo, fomentar los principios de buena gobernanza en el ámbito fiscal y prestar apoyo a la lucha contra la evasión fiscal a nivel internacional.
  • Potenciar la integración regional y el comercio en beneficio del crecimiento y el empleo.
  • Apoyar iniciativas de financiación innovadora, con un elevado potencial de ingresos y garantizar que benefician a los más pobres.
  • Utilizar el compromiso de financiación rápida de la UE de 2 400 millones EUR, contraído en Copenhague en lo que respecta al cambio climático, como prueba de la eficacia y coherencia de la ayuda.
  • Poner en marcha un nuevo plan para abordar y resolver mejor situaciones de conflicto y hacer que el desarrollo y la seguridad se compaginen mejor.
  • Apoyar una mayor presencia de los países en desarrollo en la estructura de gobernanza internacional, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, así como la reforma de las Naciones Unidas encaminada a aumentar la eficacia de sus organismos.