Bruselas abre una consulta pública sobre la PAC

En 2013 la PAC tendrá que haber cambiado, ya que la agricultura europea debe enfrentarse a nuevos retos económicos, sociales, medioambientales y tecnológicos. Por eso, la Comisión europea ha abierto el debate para saber qué opinan los afectados directamente, así como los consumidores.

Se calcula que la agricultura proporciona, directa o indirectamente, uno de cada seis empleos que se generan en Europa y, a su vez, consume un tercio del presupuesto comunitario. En 2013 hay que cambiar el modelo para conseguir que el campo europeo se adapte a lo que propone la Estrategia 2020 aprobada por el Consejo europeo, es decir, que contribuya a un crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo.

La Comisión europea considera que ha llegado el momento de empezar a esbozar ese cambio y ha abierto un debate público para conocer la opinión de los afectados. Ya se ha abierto un sitio web donde los ciudadanos y afectados por la reforma de la PAC pueden dejar sus aportaciones.

Consulta pública sobre la PAC

Se esperan las sugerencias y observaciones de:

  • Agricultores y organizaciones agrarias
  • Asociaciones defensoras del medio ambiente
  • Asociaciones de defensa de los animales
  • Consumidores

El debate público está planteado en torno a cuatro cuestiones principales:

  • ¿Cuál es la razón de ser de la Política Agrícola Común europea?
  • ¿Qué objetivos asigna la sociedad a la agricultura en toda su diversidad?
  • ¿Para qué reformar la PAC y cómo hacer que responda a las expectativas de la sociedad?
  • ¿Qué instrumentos utilizará la PAC del futuro?

Con las aportaciones recibidas, un organismo independiente elaborará una síntesis. En julio de 2010, la Comisión organizará una conferencia para analizar las propuestas y así construir una Comunicación que presentará antes de fin de este año. Será la base para las negociaciones que después llevarán a cabo los Estados y el Parlamento Europeo. La nueva PAC debe entrar en vigor en enero de 2014.

La Política Agrícola Común

El Tratado de Lisboa consolida a la PAC como una política comunitaria y define a la agricultura y a la ganadería europeas como garantías de suministro de alimentos seguros y de calidad, que reducen la dependencia exterior, y que además permiten preservar el territorio y el medio ambiente, y luchar contra el cambio climático.

En los años 70, la PAC consumía el 70% del presupuesto comunitario, un gasto que se ha ido reduciendo hasta llegar al 34% para el período 2007-2013. Tradicionalmente ha sido una política basada en subvenciones a la producción, todavía en 2008 los agricultores europeos recibieron 48.000 millones de euros en ayudas directas. Sin embargo, en el último “chequeo” que hicieron los ministros de agricultura ya se previó un cambio de dirección para reducir progresivamente las ayudas directas a favor a políticas vinculadas al desarrollo rural, desde el turismo a la conservación del territorio.