La Comisión Europea pone en marcha una amplia consulta pública que contribuirá a definir las modalidades prácticas de la Iniciativa Ciudadana prevista en el Tratado de Lisboa.  Mediante la Iniciativa Ciudadana, un millón de ciudadanos podrán invitar a la Comisión a que presente una propuesta política concreta.

Introducida por el Tratado de Lisboa, la Iniciativa Ciudadana permite que un millón de ciudadanos  nacionales de un número significativo de Estados miembros, inviten a la Comisión a que presente una iniciativa de su interés en un ámbito de competencia de la UE.

La “Iniciativa Ciudadana” es uno de los muchos cambios introducidos por el Tratado de Lisboa que entrará en vigor próximamente. Está pensada para que la UE sea más democrática y los ciudadanos tengan una voz más directa en lo referente a sus políticas.

Los europeos pueden ya hacer peticiones al Parlamento y votar en las elecciones parlamentarias. Pero no hay aún un procedimiento oficial para su participación directa en la elaboración de políticas por parte del Ejecutivo europeo, es decir, la Comisión Europea.

Algunos aspectos de la Iniciativa Ciudadana deben aún delinearse, y la Comisión va a iniciar una consulta pública para conocer el parecer de los ciudadanos antes de formalizarlos.

El Tratado otorga a los ciudadanos la posibilidad de pedir a la Comisión que elabore propuestas de actuación en ámbitos de competencia de la UE. Las peticiones deberán estar firmadas como mínimo por un millón de ciudadanos de un número "significativo" de países. Pero quedan sin especificar varios detalles prácticos, como cuántas firmas debe haber por cada país o la edad mínima de los participantes.

El Libro Verde identifica algunas cuestiones prácticas para implementar mejor la iniciativa, como por ejemplo el número de países de procedencia de los ciudadanos, los medios para controlar la autenticidad de las firmas, la forma que debe tener la petición, los plazos, etc.