Irlanda dice sí al Tratado de Lisboa

Tras el "No" que los irlandeses pronunciaron en junio de 2008, las reformas enmendadas en el Tratado de Lisboa por la Unión Europea parecen haber satisfecho al país, y han aprobado su ratificación por un 67,3% de los votos. Para que el Tratado pueda entrar en vigor ya sólo necesita el voto favorable de Polonia y la República Checa.

El "SÍ" se obtiene a los 16 meses de que los irlandeses rechazaran el Tratado en un primer referéndum. El gobierno irlandés aceptó celebrar una segunda votación después de que los líderes de la UE ofrecieran garantías en cuanto a la soberanía nacional y acordaran que cada país seguiría teniendo un comisario.

Para entrar en vigor, el Tratado de Lisboa debe ser ratificado por los 27 países miembros sin excepción. Tras el resultado irlandés, solo falta completar el proceso de ratificación en Polonia y la República Checa. Sólo Irlanda ha tenido que realizar un referéndum entre su población para sacar adelante el Tratado: el resto de los Estados miembros lo aprobarán, o ya lo han aprobado, en sus cámaras parlamentarias.

El Tratado, cuyo primer texto fue aprobado en diciembre de 2007, aspira a consolidar la posición internacional de la UE y simplificar la toma de decisiones. No sustituye a los Tratados UE y CE (actualmente en vigor), pero sí los modifica. Asimismo, dará a la Unión el marco jurídico y los instrumentos necesarios para afrontar los retos del futuro y responder a la demanda de los ciudadanos.

El texto incluye la eliminación del derecho de veto en 40 áreas, entre ellas las políticas de inmigración y cooperación policial y judicial. Pretende también dotar a la UE de una mayor cohesión y personalidad propia a la hora de actuar en la escena internacional, incorporando la figura de un Presidente permanente y de una especie de Ministro de Asuntos Exteriores, que formalmente seguirá llamándose Alto Representante, cargo que en la actualidad ejerce Javier Solana.