El Banco Mundial estudia el impacto de la Gripe A

Después de tres meses de pandemia, el virus H1N1 sigue contagiándose. Para limitar que continúe la propagación, los Ministros de Sanidad de la Unión Europea se reunirán en octubre para debatir las medidas que ha propuesto la Comisión.

Aunque hasta el momento no ha habido un número alarmante de casos graves, la previsión es que en los próximos meses llegue una oleada más virulenta. Las vacunas ya han comenzado a venderse, pero la demanda ya es mayor que la oferta, y en ciertos países los precios podrían resultar demasiado elevados por lo que el impacto económico sería notable.

El Banco Mundial estima que las medidas aplicadas para frenar la propagación de una pandemia, aunque adecuadas, podría tener un gran impacto económico. Se dice que representa el 60% de los costes totales. Sólo el 12% estaría vinculada a la mortalidad y el 28% a la el absentismo y la enfermedad. La experiencia ha demostrado que el impacto económico de una crisis de salud rara vez se relaciona directamente con la gravedad médica del virus.  Sin embargo, dependiendo de la duración y la gravedad de la pandemia, el efecto a largo plazo puede exceder en gran medida los costes previstos a corto plazo.

Androulla Vassiliou, Comisaria de Sanidad de la UE, ha declarado al respecto que "nadie debe subestimar la situación, pero tampoco hay ningún motivo de pánico. En la UE estamos preparados para un acontecimiento de este tipo desde hace tiempo. Las experiencias de los últimos años (neumonía atípica y gripe aviar) han contribuido a esa preparación, y contamos con mecanismos más sólidos de vigilancia y alerta"

La Unión Europea pretende atajar estos problemas mediante una estrategia de cooperación entre las administraciones de los países miembros.  En particular, la estrategia aboga por un planteamiento claro y coherente de la vacunación y demás medidas preventivas.