Cumbre del G8 en L'Aquila con la crisis económica y el cambio climático como telón de fondo

 Junto con los dirigentes de Suecia como titular de la Presidencia del Consejo de la UE, los cuatro estados miembros de la UE que pertenecen al G8, así como los Estados Unidos, Rusia, Canadá y Japón, el Presidente Barroso representará a la Comisión como miembro de pleno derecho de la cumbre del G8 por quinta vez 

 Barroso apostará por impulsar una respuesta internacional coordinada a los problemas comunes relacionados con la crisis económica y financiera, el comercio, el cambio climático, el desarrollo y África y la seguridad alimentaria.

El programa provisional de la Cumbre incluye  una reunión de los líderes del G8 en el primer día. El segundo día tendrá lugar una reunión de los líderes del G8 + G5 (Brasil, China, India, México, Sudáfrica) y Egipto, seguido por la reunión del 8 Junior, así como el Foro de las principales economías (G-8 + sus homólogos de Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, República de Corea y Sudáfrica).

El tercer y último día el G8 se reunirá con los líderes africanos de Argelia, Nigeria, Senegal, Egipto, Sudáfrica y Etiopía, así como Libia como titular de la Presidencia de la Unión Africana y Angola. 

Las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, la Agencia Internacional de la Energía, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial del Comercio, la Unión Africana, la Organización para la Agricultura y la Alimentación, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y el Programa Mundial de Alimentos, también estarán presentes algunas de las reuniones. 

Contexto 

La cumbre tiene lugar en un momento en el que los múltiples desafíos globales requieren más que nunca el compromiso y la determinación de los líderes del G8 y de sus asociados para promover una acción internacional coordinada. Una serie de eventos, como el proceso G20, iniciado el año pasado por la UE, y las negociaciones en curso en la ONU sobre el cambio climático han estado ayudando a dar forma a esta respuesta. La cumbre del G8, por lo tanto, es una ocasión crucial para dar el impulso político necesario para encontrar y aplicar soluciones y garantizar un vínculo con los otros procesos en curso.