La Comisión propone un mayor nivel de protección de la salud y el medio ambiente ante biocidas
La Comisión Europea presentó el pasado 12 de junio de 2009, un proyecto de legislación para mejorar la seguridad de los biocidas, así como para la simplificación de los procedimientos de autorización. Estas medidas pretenden aumentar de forma significativa la seguridad de los productos biocidas utilizados y puestos en el mercado en la Unión Europea. Se propone eliminar las sustancias más peligrosas, en particular aquellas que pueden causar cáncer, e introducir nuevas normas para productos tales como muebles y textiles que hayan sido tratados con biocidas, y que no se encuentran contemplados por la legislación vigente.
La propuesta de la Comisión introduce nuevos criterios para impedir el uso de las sustancias activas más peligrosas, especialmente aquellas que pueden causar cáncer o problemas de fertilidad, y reemplazarlos por alternativas más seguras siempre que sea posible. Los productos que contengan sustancias identificadas como peligrosas se someterá a una evaluación comparativa a fin de que los productos con el mayor riesgo sean eliminados y únicamente los productos seguros sigan en el mercado.
Las nuevas normas también se aplican a artículos que han sido tratados con biocidas con el objetivo, por ejemplo, de preservar la calidad y la función de los muebles o las prendas de vestir, y que únicamente podrán ser tratados con biocidas autorizados. Los artículos tratados serán etiquetados con advertencias para que los consumidores puedan tomar una decisión informada y se pueda así proteger a los los niños y a quienes sufren de alergias, en los casos en los que pueda existir un riesgo.
Dado que esta propuesta transformará la actual directiva sobre los biocidas en un reglamento, no será necesaria la transposición para su incorporación a la legislación nacional, puesto que los reglamentos son directamente aplicables en los Estados miembros. El nuevo reglamento deroga y sustituye la actual Directiva sobre biocidas, y debería entrar en vigor en 2013.
La mayoría de los productos biocidas seguirá siendo autorizados por los Estados miembros, y se simplificarán las normas sobre reconocimiento mutuo de las autorizaciones existentes para acelerar la toma de decisiones, facilitar el acceso al mercado de otros Estados miembros de la UE, y para evitar la duplicación de trabajo.
Simplificar la legislación y la autorización a nivel comunitario
Este nuevo Reglamento simplifica la legislación, proporcionando nuevos incentivos para las empresas a desarrollar productos más seguros contra las plagas y los gérmenes.
Para promover el uso de los biocidas de bajo riesgo y sustancias de reciente descubrimiento, la Comisión propone su autorización a nivel comunitario. La Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) estará involucrada en la autorización de algunos de estos productos a través de un enfoque centralizado. Esta autorización centralizada garantizará que esos productos son más fácilmente disponibles en todo el mercado comunitario. La ECHA , que fue inaugurada en junio de 2008 y que ya es responsable de la gestión de REACH, llevará a cabo tareas científicas y técnicas relacionadas con este tipo de autorización.
ECHA también coordinará las actividades para la evaluación científica de los riesgos de las sustancias activas. Esta tarea fue llevada a cabo hasta ahora por el Centro Común de Investigación de la Comisión en Ispra (Italia).
Biocidas
Los biocidas se usan para reprimir los organismos tales como las plagas y los gérmenes (es decir, mohos y bacterias) que son perjudiciales para la salud humana o animal, e incluyen repelentes de insectos, desinfectantes y productos químicos industriales, como las pinturas antiincrustantes para buques y el material de conservación. La presente propuesta revisa la Directiva de 1998 sobre biocidas y aborda una serie de debilidades que se detectaron durante su aplicación. Su objetivo es reducir aún más los riesgos que plantean los productos biocidas y extender el ámbito de aplicación de la legislación también a los dispositivos que producen biocidas y a los biocidas en materiales que puedan entrar en contacto con alimentos.
La nueva propuesta reducirá aún más las pruebas en animales. Según las nuevas normas, las pruebas con animales sólo pueden llevarse a cabo una vez. Como ya es el caso de REACH, la legislación comunitaria en materia de sustancias químicas, las empresas que soliciten autorización deberán compartir los resultados obtenidos con los ensayos con animales a cambio de una compensación equitativa. Además las pruebas que demuestren la seguridad y la eficacia de un biocida sólo se solicitarán en caso de necesidad real. Las normas de protección de datos se harán también más coherentes y transparentes.