El 9 de enero ha entrado en servicio la sección de alta velocidad entre Barcelona y Figueras, que representa la culminación de un proyecto, la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Frontera francesa. Esta sección ha contado con una importante participación y apoyo de la Unión Europea.

La línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Frontera francesa ha sido completada con la entrada en servicio el 9 de enero del tramo de alta velocidad entre Barcelona y Figueras. La línea, que forma parte de la columna vertebral del transporte de la UE (RTE-T), ha sido posible gracias al apoyo de los fondos de cohesión de la UE, con una inversión de 3.500 millones de euros (72% del proyecto de la línea Madrid-Barcelona) y la línea de ayudas RTE-T, que ha destinado 180 millones de euros, concentrados sobre todo en los tramos transfronterizos y las conexiones intermodales, como la conexión con el puerto de Barcelona. El Banco Europeo de Inversiones ha aportado 2.200 millones de euros a la financiación de la línea ferroviaria de alta velocidad que une Madrid con Barcelona y la frontera francesa.

Según la Comisión Europea, esta infraestructura contribuirá a mejorar considerablemente los flujos ferroviarios tanto de pasajeros como de mercancías que unen las dos primeras redes de alta velocidad de Europa, de Madrid a París vía Barcelona y Lyon. La Comisión también hizo hincapié en que la línea se conectará de manera eficiente algunos de los puertos más importantes del Mediterráneo (Tarragona, Barcelona, Valencia y Marsella en el lado francés).

El tramo Barcelona-Frontera francesa cierra la brecha entre la Península Ibérica y el resto de la Unión Europea y permitirá, cuando esté plenamente operativo, llegar a Francia desde Barcelona en menos de una hora (hasta ahora se tardaba unas 3h30). Por otra parte, el arco Mediterráneo completo desde Valencia hasta Lyon se espera que esté operativo en 2020. En ese momento se espera que el tiempo de viaje entre Barcelona y París sea sólo de 4h30 (en lugar de 8h) y de 2h40 hasta Lyon.