Uno de cada tres ciudadanos europeos está expuesto a contaminantes atmosféricos nocivos
Un informe publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) indica que muchas zonas de Europa sufren problemas persistentes con las concentraciones de partículas al aire libre y el ozono troposférico. En general, casi un tercio de los habitantes de las ciudades de Europa está expuesto a concentraciones excesivas de partículas en suspensión en la atmósfera.
El informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) 2012 sobre la calidad del aire en Europa, que examina la exposición a los contaminantes atmosféricos y ofrece una instantánea de la calidad del aire en Europa, muestra como casi un tercio de los habitantes de las ciudades de Europa está expuesto a concentraciones excesivas de partículas en suspensión en la atmósfera. El informe indica que muchas zonas de Europa sufren problemas persistentes con las concentraciones de partículas al aire libre y el ozono troposférico. La AEMA también publicó en verano un instrumento para la protección de los ciudadanos por la capa de ozono a nivel del suelo.
Las partículas en suspensión se cuentan entre los contaminantes más importantes desde el punto de vista de los daños que provocan en la salud humana, al penetrar en zonas sensibles de las vías respiratorias. Aunque la UE ha avanzado a lo largo de las últimas décadas en la reducción de los contaminantes atmosféricos que causan acidificación, el informe sobre la calidad del aire en la UE muestra que existen persistentes concentraciones de partículas. De hecho, las figuras publicadas muestran que en 2010, el 21% de la población urbana estuvo expuesta a niveles de concentración de PM10 superiores a los límites diarios más estrictos de la UE establecidos para preservar la salud.
A su vez, la exposición al O3 es muy alta en las ciudades, ya que el 97% de la población urbana de la UE estuvo expuesto a concentraciones de O3 superiores al nivel de referencia de la OMS en 2010. El ozono (O3) puede provocar problemas respiratorios y provocar una muerte prematura. Sin embargo, y como nota positiva, lo ocurrido con el dióxido de azufre (SO2) ha sido un éxito, ya que sus emisiones se han reducido de forma considerable en los últimos años gracias a la legislación de la UE, que exige tecnologías de depuración de las emisiones y un menor contenido de azufre en los combustibles. La Comisión Europea ya ha anunciado que prepara una revisión de la legislación de la UE en materia atmosférica, en consulta con las partes interesadas, y hará especial hincapié en las políticas sobre la contaminación atmosférica en 2013.