El Parlamento Europeo aprueba las normas para simplificar los pagos transfronterizos
El Parlamento Europeo ha adoptado el reglamento del Espacio Único de Pagos en Euros que establece las normas y estándares comunes para el crédito del euro y las transacciones directas de débito entre los bancos. Según los eurodiputados, gracias a esta nueva reglamentación, las transferencias bancarias transfronterizas serán más rápidas, más baratas y más seguras para los ciudadanos de la UE.
La normativa refrente al Espacio Único de Pagos en Euros aprobada por el Parlamento en sesión plenaria busca hacer más simples y eficientes los pagos transfronterizos. Según los eurodiputados, la legislación establece normas a escala comunitaria para garantizar que los bancos compitan en condiciones justas, se eliminen los cargos ocultos nacionales y se aceleren las transferencias, medidas que podrían ahorrar hasta 123 mil millones de euros en seis años, beneficiando a los clientes, a los bancos y a las empresas. En particular, el reglamento sobre el Espacio Único de Pagos en Euros, establece las normas y estándares comunes para el crédito del euro y las transacciones directas de débito entre los bancos. No se aplicará esta normativa a los créditos personales o a los pagos con tarjeta de débito. El primer Espacio Único se puso en marcha en febrero de 2008.
Con la nueva legislación, las empresas podrán establecer débitos directos transfronterizos en euros entre dos cuentas bancarias en cualquier lugar de la UE, lo que les permitirá cobrar a los clientes con regularidad a través de fronteras. El reglamento también permitirá a las empresas establecer sus centros de pago en cualquier Estado miembro mediante la eliminación de las tasas de intercambio multilateral en débitos directos a partir de 2012; y también podrán organizar todos los pagos transfronterizos en euros desde una cuenta única del euro en un país de su elección para mejorar la administración del dinero y acelerar los flujos de efectivo a un coste menor.
Para los ciudadanos de la UE con esta regulación, ya no importará en qué Estado miembro se tenga una cuenta bancaria. Todos los usuarios de cuentas salen ganando ya que la competencia internacional entre los proveedores de servicios tendrán que bajar los precios. Además, la migración a los estándares de el Espacio Único será más fácil para los clientes del banco, al permitir a los bancos ofrecer servicios de conversión de los sistemas nacionales y eliminar la necesidad de proporcionar el código de identificación de negocio (BIC). Así el código IBAN, número internacional de cuenta bancaria, debería de ser suficiente. Otro de los logros es la obligación de aplicar la no discriminación en los cargos a las transferencias, con independencia de su cuantía.