La Comisión busca una economía más innovadora y más sostenible en Europa

La estrategia y el plan de acción propuesto por la Comisión Europea se dirige a orientar la economía europea hacia un uso mayor y más sostenible de los recursos renovables. Según la Comisión, este plan ayudará a conseguir los recursos biológicos renovables para alimentos y piensos seguros y sanos y para materiales, energía y otros productos.

La Comisión Europea ha propuesto una estrategia para conseguir una bioeconomía sostenible en Europa. Con esto se pretende una economía más innovadora y con bajas emisiones que concilie las demandas de gestión sostenible de la agricultura y la pesca, la seguridad alimentaria y la utilización sostenible de los recursos biológicos renovables para fines industriales, garantizando al mismo tiempo la biodiversidad y la protección del medio ambiente. Recientemente los eurodiputados han pedido la transición urgente hacia una economía baja en carbono.

La estrategia presentada se basa en inversiones en la investigación, la innovación y las cualificaciones en bioeconomía, lo que debe hacerse con financiación de la UE, financiación nacional, inversiones privadas y el refuerzo de las sinergias con otras iniciativas políticas. El fomento de los mercados y la competitividad en los sectores de la bioeconomía mediante una intensificación sostenible de la producción primaria, la conversión de los flujos de residuos en productos de valor añadido y mecanismos de aprendizaje mutuo para mejorar la producción y la eficiencia en el uso de los recursos. También en el refuerzo de la coordinación política y el compromiso de las partes interesadas mediante la creación de un grupo de expertos y un observatorio de bioeconomía, además de reuniones periódicas de las partes interesadas.

Asimismo la Comisión asegura que la bioeconomía europea ya tiene un volumen de negocios de cerca de 2 billones de euros y da empleo a más de 22 millones de personas, el 9% del empleo total de la UE. Abarca la agricultura, la silvicultura, la pesca, la producción de alimentos y de papel y pasta de papel, además de parte de las industrias química, biotecnológica y energética. Se calcula que cada euro invertido en la investigación y la innovación en bioeconomía financiadas por la UE, generará diez euros de valor añadido en los sectores bioeconómicos en 2025.