La evaluación de la Comisión muestra que la Directiva sobre conservación de datos no cumple con los requisitos de privacidad

Según el dictamen aprobado por el Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD) sobre la evaluación de la Comisión Europea de la Directiva de conservación de datos considera que la Directiva no cumple los requisitos impuestos por el derecho fundamental a la intimidad y la protección de datos.

La Directiva exige que todos los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas almacenen datos de tráfico y de localización de las comunicaciones de todos los ciudadanos, para su posible uso por los Estados miembros siempre con vistas de cumplir la normativa. El informe de la Comisión proporciona una evaluación de la ejecución y aplicación de la Directiva y mide su impacto económico para operadores y para consumidores.

El informe del SEPD muestra su satisfacción en lo que respecta a la evaluación realizada por la Comisión que ha tenido en cuenta las implicaciones de la Directiva en los derechos fundamentales de la intimidad y de la protección de datos, especialmente en vista de las críticas que se han formulado respecto a la naturaleza intrusiva de la Directiva en lo que respecta a la privacidad. Además, el informe también señala que la Directiva no cumple los requisitos impuestos por el derecho fundamental a la intimidad y a la protección de datos, principalmente por las siguientes razones:

  • La necesidad de conservación de los datos conforme a lo dispuesto en la Directiva no ha sido suficientemente demostrada.
  • La retención de los datos podría haber sido regulada de una manera menos intrusiva de privacidad.
  • La Directiva deja demasiado margen de maniobra a los Estados miembros para decidir sobre los fines para los que los datos podrían ser utilizados y también para establecer quién puede acceder a los datos y en qué condiciones.

El informe de evaluación desempeña ahora un papel clave en las posibles decisiones sobre la modificación de la Directiva. Por tanto, el SEPD pide a la Comisión que examine todas las opciones en este nuevo proceso, incluida la posibilidad de que se derogue la Directiva, incluso si se combina o no con una propuesta alternativa, específicamente más europea.