La patente europea saldrá adelante sin España e Italia tras el visto bueno del Parlamento

Pese a los esfuerzos de los Eurodiputados españoles e italianos por lograr que la Cámara no diera el visto bueno a la cooperación reforzada que permitirá a un grupo de países avanzar en la aplicación de la patente europea, ésta ha dado finalmente el visto bueno a esta posibilidad. El Pleno ha votado a favor de esta propuesta que deberá ser después aprobada en el seno del Consejo y tras lo cual la Comisión presentará dos propuestas, una sobre el régimen lingüístico y otra sobre la creación de la patente única.

El pasado mes de diciembre, durante una sesión pública del Consejo de Competitividad, 12 Estados miembros solicitaron iniciar un procedimiento de cooperación reforzada acerca de la patente única, tras concluir que era imposible alcanzar un acuerdo en el Consejo en un plazo razonable. Tras este acuerdo, los demás países de la UE, excepto España e Italia, decidieron unirse a esta solicitud, aunque podrán unirse a este mecanismo en el futuro si así lo desean.

Una vez examinada esta solicitud, el pleno de la Eurocámara ha dado su visto bueno a la cooperación reforzada para la patente única europea en una votación que se ha saldado con 471 votos a favor, 160 en contra y 42 abstenciones. Esta votación abre por tanto la vía para el uso de este instrumento en el área de la patente comunitaria, tal y como recomendó el responsable de este asunto en el Parlamento Europeo, el alemán Klaus-Heiner Lehne.

A partir de este punto, el Consejo de Competitividad deberá dar vía libre el 10 de marzo y, una vez haya autorizado el procedimiento, la Comisión presentará dos propuestas de reglamento: una sobre el régimen lingüístico de la patente única (procedimiento de consulta) y otra sobre la creación de la patente única (procedimiento de codecisión). En relación a los procedimientos a aplicar, los Eurodiputados han pedido al Consejo que se aplique el procedimiento de codecisión en ambos casos.

El mayor escollo para su aplicación de forma conjunta en toda la Unión se ha centrado en el primero de los aspectos, el relacionado con el régimen lingüístico de la patente única. La propuesta contempla un régimen simplificado utilizando únicamente los tres idiomas oficiales de la Oficina Europea de Patentes (EPO), a saber el alemán, inglés y francés. Esto provocó la oposición de España e Italia, ante la exclusión de sus respectivos idiomas dentro del régimen lingüístico.

El nuevo sistema tiene como objetivo facilitar los procedimientos y reducir los costes necesarios para obtener una patente en la UE, ya que la patente unitaria garantizaría el mismo acceso a todos los inventores de la UE, facilitaría la resolución de litigios y mejoraría las condiciones para las empresas innovadoras con la supresión de las "fronteras" nacionales.