El futuro de las telecomunicaciones en la UE, a debate en Granada
Los ministros de Telecomunicaciones de la Unión Europea se reúnen en Granada los días 18, 19 y 20 de abril con el fin de dar su visto bueno a una estrategia consensuada con la Comisión Europea para la agenda digital del próximo quinquenio.
La “Propuesta española sobre una Europa digital” establece cuatro grandes ejes de actuación:
- Infraestructuras
- Uso avanzado de Internet
- Carta europea de derechos de los usuarios
- Desarrollo de servicios y contenidos digitales
- Fortalecimiento del sector de las tecnologías de la información.
La intención es buscar el desarrollo de las redes de nueva generación, así como fórmulas para animar las inversiones necesarias de los operadores privados. La Presidencia española es de la opinión de que Europa debe dotarse de una red de infraestructuras “en condiciones”, lo que implicará inversiones de importancia que en gran parte efectuarán las propias operadoras, según el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros.
El desarrollo de nuevas redes y servicios de telecomunicaciones puede fomentarse desde los poderes públicos a través de acciones como el reparto de nuevas frecuencias entre los operadores privados. En las zonas donde no llega la inversión de las compañías por estar poco pobladas o ser de orografía complicada debería invertirse dinero público o pagarse “en especie”, dijo Ros.
Teniendo como principales retos la recuperación económica y la competencia cada vez mayor de otras regiones del mundo, la Unión Europea debe hacer una reflexión en profundidad sobre las TIC como factor esencial para el crecimiento económico, la creación de empleo, la sostenibilidad y la integración social.
La propuesta ha sido distribuida a los demás gobiernos de la UE, y será debatida en Granada para incorporar nuevos puntos de vista, con el consenso de la Comisión Europea, de manera que sirva de base para el Consejo formal que se celebrará en Bruselas el 31 de mayo próximo.
Las pautas que se establezcan en Granada servirán como base para la estrategia del próximo quinquenio, que tendrá un reflejo en la estrategia “Europa 2020”, y que serán además una continuación de la Declaración de Lisboa que cumple su plazo este año.