Finalizan las elecciones europeas con el menor índice de participación de la historia

Sólo un 43,09% de los más de 375 millones de europeos convocados acudieron entre el 4 y el 7 de junio a su cita con las urnas. Con la crisis económica como telón de fondo, los conservadores han visto reforzada su presencia en la eurocámara, mientras los socialistas pierden 58 escaños y seis puntos. Los resultados muestran también un importante avance de la ultraderecha en algunos países.

Tras cuatro jornadas de votación en los 27 estados miembros, la Unión Europea cerró anoche las elecciones al Parlamento Europeo, una cita en la que 375 millones de ciudadanos de la Unión podían decidir el rumbo de la política comunitaria en los próximos cinco años.  Los comicios se han celebrado entre el 4 y el 7 de junio en todos los países miembros de la UE.

Sólo un 43,09% de los electores acudieron a las urnas para elegir a los 756 eurodiputados que conforman el Parlamento. Se trata de la tasa más baja de participación en la historia de las elecciones europeas -2 puntos respecto a 2004, cuando fue del 45,47, en un contexto marcado por la parálisis del proyecto de integración tras el No de Irlanda al tratado de Lisboa, y por la mayor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial.

Los resultados, pues, muestran una victoria conservadora frente a los socialdemócratas, aunque con desgaste en los países donde gobiernan, mientras la ultraderecha ganó terreno La fuerza más votada ha sido el Partido Popular Europeo (PPE), con más de un 36% de los votos y 267 eurodiputados. Están seguidos por el Partido Socialista Europeo, que ha perdido 6 puntos y 58 eurodiputados respecto a los resultados de 2004: el apoyo del 21,6% de los votantes le sirvió para obtener 159 eurodiputados.

Los partidos mayoritarios han sufrido un cierto desgaste del que han sacado provecho los partidos minoritarios, de extrema derecha y euroescépticos. Entre los beneficiarios se encuentra el ultraderechista Partido Liberal Austriaco (FPO), el Partido para la Libertad (PVV) de Holanda, liderado por el antieuropeo y xenófobo Geert Wilders, que se situó como la segunda fuerza del país, y el partido de extrema derecha finlandés Trae Finns, que logró un representante en la Eurocámara.

Los luxemburgueses son los europeos que mejor respondieron a la llamada de la Unión Europea: un 91% depositó su voto en las urnas, seguido por el 85,86% de los belgas y el 78,81% de los malteses. La otra cara de la moneda son Eslovenia, que sólo presentó un 19,64% de participación, Lituania con un 20,88%, y Rumanía con un 27,21%.

La crisis y el frenazo en la política de integración europea parecen haber pesado más en la balanza de los ciudadanos que la intensa campaña desarrollada por el Parlamento Europeo para llamar a los europeos a las urnas. Los resultados completos y desglosados por países pueden consultarse en la página web de la Eurocámara.