La Eurocámara exige poner fin a la opacidad sobre impuestos y a los paraísos fiscales
El Parlamento Europeo se ha pronunciado a favor de la modificación de la directiva sobre fiscalidad de los rendimientos del ahorro, con el objetivo de acabar con la opacidad tributaria de Bélgica, Austria y Luxemburgo, y poner coto a los paraísos fiscales. En uninforme aprobado por el pleno se propone que todos los Estados miembros tengan, para julio de 2014, que compartir plenamente su información tributaria sobre los rendimientos del ahorro.
El texto, aprobado por 351 votos contra 27 y 20 abstenciones, persigue mejorar la aplicación de la directiva sobre fiscalidad del ahorro. A raíz del descubrimiento en febrero de 2008 de casos de fraude en Liechtenstein, la Comisión descubrió que había diversos modos de burlar la aplicación de esta directiva.
Por ello, la nueva directiva pretende poner fin en 2014 al periodo transitorio que Austria, Bélgica y Luxemburgo aplican al intercambio automático de información acerca de los pagos de intereses recibidos por entidades financieras ubicadas en otros Estados miembros. En su lugar, estos tres países aplican actualmente una retención a cuenta y comparten los ingresos con el Estado de residencia del beneficiario.
Fin a los 'paraísos fiscales'
Además, el texto aprobado por la comisión de Asuntos Económicos llama a la UE a tomar las medidas necesarias para mejorar la transparencia en los paraísos fiscales. Por ello, reclama que países como Mónaco, Andorra, Liechtenstein, Suiza o Estados Unidos apliquen el Acuerdo modelo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en materia de intercambio de información tributaria.
Según el ponente francés Benoit Hamon, el fraude fiscal en la UE asciende en total a más de 200 mil millones de euros, lo que supone más del 2% del PIB comunitario: "Si se compara este montante con el plan de relanzamiento de la economía por un importe equivalente al 1% del PIB de la Unión Europea propuesto por la Comisión Europea con el fin de hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera, la lucha contra el fraude fiscal se perfila como un reto económico de primer orden", asegura.