Estocolmo será en 2010 la primera Capital Verde Europea

El Comisario Europeo de Ciencia e Investigación, Janez Potočnik, ha anunciado en una ceremonia celebrada en Bruselas que la capital sueca será la primera Capital Verde Europea en 2010, seguida por Hamburgo en 2011. Este nuevo premio de la Comisión Europea anima a las ciudades a mejorar su calidad de vida urbana, teniendo sistemáticamente en cuenta el medio ambiente en sus planes de urbanismo.

En la entrega del premio, el Comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, felicitió a Estocolmo y Hamburgo por su afán de dar prioridad al medio ambiente y a la calidad de vida. «Con las medidas que han adoptado en materia de lucha contra la contaminación atmosférica, tráfico y niveles de congestión, emisiones de gases de efecto invernadero, residuos y gestión de las aguas residuales, Estocolmo y Hamburgo pueden servir de modelos para el resto de Europa», declaró el Comisario.

El premio anual a la Capital Verde Europea constituye una nueva iniciativa lanzada en Mayo de 2008, con el objetivo de reconocer la labor de una ciudad europea como ciudad que esté a la vanguardia en materia de ecología urbana. El jurado utiliza 10 indicadores ambientales y juzga a las ciudades en función de sus resultados en el cumplimiento de normas ambientales rigurosas, su compromiso en la consecución de objetivos ambiciosos para seguir mejorando el medio ambiente y fomentar el desarrollo sostenible. También se tiene en cuenta si pueden constituir un modelo, inspirando a las demás ciudades europeas y fomentando en ellas sus mejores prácticas.

35 ciudades presentaron su candidatura para ser la Capital Verde Europea en 2010 y 2011. De ellas, ocho fueron finalistas: Amsterdam, Bristol, Copenhague, Friburgo en Brisgau, Hamburgo, Münster, Oslo y Estocolmo.

El jurado que selecciona a los ganadores está compuesto por representantes de la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente, el Consejo Internacional para las Iniciativas Ambientales Locales (ICLEI), la Federación Europea para el Transporte y el Medio Ambiente (T&E), la Unión de Capitales de la Unión Europea y el Comité de las Regiones.

Estocolmo: combinación eficaz de crecimiento y sostenibilidad

La capital sueca, una ciudad en rápida expansión que actualmente cuenta con 800.000 habitantes, se ha propuesto el objetivo ambicioso de ser una ciudad sin energías fósiles de aquí al año 2050. La ciudad dispone de un sistema de gestión integrada que garantiza que los temas ambientales se incluyan en el presupuesto, las operaciones de urbanismo y las actividades de información y control municipales.

El 95% de la población de Estocolmo vive a menos de 300 metros de zonas verdes que mejoran la calidad de vida local, con actividades de recreo, purificación del agua, reducción del ruido y una mejora de la biodiversidad y de la ecología. La ciudad ha sido digna de elogios por su amplio programa de mejoras en dichas zonas, incluida la creación de más playas aptas para el baño.

El sistema integrado e innovador de gestión de los residuos supone altos porcentajes de reciclado, especialmente de los residuos biodegradables, con sistemas subterráneos de vacío. Un sistema vanguardista de tasas por congestión ha reducido el uso del automóvil, incrementado el uso del transporte público y reducido las emisiones, y la ciudad ha reducido sus emisiones de CO2 en un 25% desde 1990.

Hamburgo: ahorro de energía, zonas verdes y transporte para todos

Hamburgo, con 1,8 millones de habitantes, es una ciudad que dedica a sus compromisos ambientales la financiación adecuada. La calidad del aire es muy buena, existen varios programas de concienciación y se han adoptado objetivos muy ambiciosos de protección del clima, como una reducción de las emisiones de CO2 del 40% de aquí al año 2020 y del 80% para el año 2050.

Las medidas adoptadas incluyen programas de sustitución del alumbrado, las calderas y los sistemas de refrigeración. Se han sustituido más de 200.000 bombillas convencionales en más de 400 edificios públicos y, en los últimos años, se han invertido 18 millones de euros en sustituir más de 600 sistemas de calefacción por calderas de condensación modernas. Esto ha supuesto un gran ahorro de energía y una reducción del 15% de las emisiones de CO2.

Casi un 100% de los ciudadanos de Hamburgo dispone de transporte público a menos de 300 metros. Existe asimismo una estructura sistemática de espacios verdes a los que los ciudadanos pueden acceder fácilmente.

Hamburgo también ha sido elogiada por su estrategia de comunicación y su propuesta de lanzar un «tren de ideas» en el que otras ciudades dispongan de un vagón para promocionar sus ideas, sus logros y sus planes futuros en materia ecológica.