Budapest albergará la sede el IET
Finalmente Budapest albergará la sede del nuevo Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (IET). La decisión fue tomada el pasado 18 de junio por los ministros de ciencia de todos los Estados miembros de la UE, quienes se decantaron por la capital húngara en detrimento de las otras cuatro candidatas.
Cinco eran las candidatas a albergar la sede del IET: Budapest (Hungría), Breslavia (Polonia), Sant Cugat del Vallés (España), Jena (Alemania) y una candidatura compartida entre Bratislava (Eslovaquia) y Viena (Austria). Según el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, esto es “reflejo del interés estratégico y económico que atribuyen nuestros Estados miembros a este ambicioso proyecto”.
La Ministra de Educación Superior de Eslovenia, Mojca Kucler Dolinar, quien preside actualmente el Consejo de Competitividad, también expresó su satisfacción por la elección de Budapest. “Ahora que hemos escogido la sede del instituto, y con el próximo nombramiento de su Consejo de Administración, por fin contaremos con todas las condiciones necesarias para hacer del IET una realidad y equiparlo para que cumpla su propósito”, declaró Kucler Dolinar.
El IET, con un presupuesto de 308,7 millones de euros, se concentrará en combinar los tres lados del triángulo del conocimiento: educación, investigación e innovación. De esta forma pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de innovación de Europa, uniendo modelos de excelencia en la educación superior, la investigación y la competitividad. Facilitar y mejorar el establecimiento de redes de contacto y la cooperación, y crear sinergias entre comunidades de innovación en Europa serán sus principales metas.
En una reunión anterior de los ministros de investigación de la UE, a finales de mayo de 2008, la decisión hubo de posponerse por el veto de Polonia a Budapest como sede del IET, que era aceptada por todos los demás Estados miembros. No obstante, los ministros habían acordado unos criterios de selección, concretamente que la sede debía ubicarse en uno de los nuevos Estados miembros y que tal Estado no fuera ya sede de ninguna otra agencia o institución de la UE. De las cinco candidatas, la única que cumplía los requisitos era Budapest.