Un nuevo proyecto fomentará la contratación electrónica transfronteriza

La Comisión Europea da un paso más para facilitar la participación de las empresas, en particular de las pequeñas y medianas (Pyme), en los contratos ofrecidos por el sector público en cualquier país de la UE. Bruselas cofinanciará un proyecto piloto, denominado PEPPOL, liderado por ocho países europeos, que creará las condiciones necesarias para conectar los sistemas nacionales de contratación pública electrónica ya existentes.

PEPPOL (Pan European Public Procurement on-line o contratación pública paneuropea en línea), se centra en las actividades transfronterizas dentro del proceso de contratación. Se dará a todos los Estados miembros y demás partes interesadas, incluidos los organismos de normalización, la industria del software y las Pyme, participen o no en el proyecto, la posibilidad de seguir los trabajos e influir en la definición de las especificaciones a medida que se elaboren.

La simplificación de la contratación transfronteriza reducirá los gastos administrativos y de transacción y beneficiará al contribuyente, que en última instancia es quien paga las compras públicas. El proyecto invertirá más de 19 millones de euros a lo largo de tres años, de los cuales 9,8 millones procederán del Programa para la Innovación y la Competitividad (PIC) de la Comisión Europea.

Los contratos públicos suponen más del 16 % del producto interior bruto (PIB) de la UE, pero muchas empresas europeas, en particular las Pyme, quedan al margen de este importante negocio a causa del exceso de trámites que exige la presentación de ofertas en relación con dichos contratos, en particular cuando se desarrollan en otro país.

Varios Estados miembros se han dado cuenta ya de la fuerte repercusión positiva de la contratación electrónica, que reduce los gastos administrativos y de transacción al eliminar las facturas y los pedidos por fax o por correo electrónico y reducir tanto el número de datos que hay que introducir manualmente como el tiempo que pasan las empresas haciendo cola, rellenando formularios y resolviendo los trámites. Pero mientras que la contratación electrónica está allanando el camino hacía una contratación pública cada vez más sencilla, abierta y transparente a nivel nacional, el reto persiste a nivel transfronterizo.

Por ello, la Comisión está trabajando con Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Hungría e Italia, además de Noruega (en calidad de miembro del Espacio Económico Europeo), para hacer posible que las empresas de un país puedan presentarse a los contratos públicos de otro. Además, el proyecto se apoyará en los sistemas nacionales de contratación electrónica existentes aplicando las tecnologías de la información y la comunicación para lograr que se comuniquen entre sí.