Día Mundial de la Biodiversidad
Hoy es el Día Mundial de la Biodiversidad, jornada que paradójicamente se celebra en un contexto de desaparición de la biodiversidad a un ritmo sin precedentes. La UE ha implantado un conjunto de medidas destinadas a frenar esa tendencia: un plan de actuación ya bastante avanzado, una amplísima red de zonas protegidas, casi completa, y un enjundioso informe que se publicará próximamente sobre las consecuencias económicas de la pérdida de biodiversidad.
Los políticos son conscientes del problema y, en 2002, las 190 Partes Contratantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) se comprometieron a reducir significativamente la pérdida de biodiversidad entre ese año y 2010. Los progresos realizados por la UE hasta la fecha han sido correctos, pero el mundo necesita nuevas alianzas nacionales e internacionales entre políticos, científicos, ciudadanos e industriales para poner fin a este fenómeno.
Las Partes del Convenio se hallan actualmente reunidas en Bonn, Alemania, donde centrarán su atención en diversas cuestiones interrelacionadas, como la agricultura y la biodiversidad forestal, la deforestación, las zonas protegidas, las repercusiones para la biodiversidad de la creciente demanda de biocarburantes, la armonización de la biodiversidad y las medidas de adaptación al cambio climático y mitigación del mismo.
Por otra parte, la pérdida de biodiversidad afecta también a la economía. Por ese motivo, la Comisión y el Ministerio alemán de Medio Ambiente han lanzado una iniciativa que pretende poner de manifiesto tanto los beneficios económicos globales de la biodiversidad como los costes de la pérdida de biodiversidad y del deterioro de los ecosistemas. Los primeros resultados de ese estudio se presentarán la próxima semana en la reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica en Bonn.
La red Natura 2000
Una de las mayores contribuciones de la Comisión a la lucha contra la pérdida de biodiversidad es la creación de la red Natura 2000, actualmente la mayor red ecológica del mundo con unos 25.000 sitios repartidos en 27 países y una superficie total superior a la cuenca del Amazonas. La red dispensa protección a numerosos servicios ecosistémicos y garantiza el buen estado y la resistencia de los sistemas naturales europeos. La red permite que ciertos animales que escasean, como la nutria, el castor y el lobo, repueblen zonas de las que llevan siglos ausentes. Además, sirve para volver a conectar una sociedad cada vez más urbana con la naturaleza.
La designación de las superficies terrestres incluidas en la red Natura 2000 casi ha terminado. El pasado mes de abril se realizaron tres ampliaciones que añadieron 18.784 Km2 a la red. Las zonas adicionales se encuentran en Austria, Chipre, Finlandia, Francia, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, España (tres zonas en las Islas Canarias) y Suecia.