La estrategia de crecimiento y empleo y el paquete de medidas sobre clima y energía figuran entre los grandes temas del Consejo Europeo de primavera celebrado en Bruselas los días 13 y 14 de marzo.

Según las conclusiones de la Presidencia, los fundamentos básicos de la economía de la UE siguen siendo sólidos: los déficits públicos se han reducido en más de la mitad desde 2005 y la deuda pública también ha descendido hasta situarse por debajo del 60%. En 2007 se alcanzó un crecimiento económico del 2,9%, aunque es probable que este año sea más bajo. En los dos últimos años se crearon 6,5 millones de puestos de trabajo.

Para continuar mejorando en estos ámbitos, los líderes europeos lanzaron el segundo ciclo de la Estrategia de Lisboa renovada para el Crecimiento y el Empleo (2008-2010). El Consejo Europeo confirma de nuevo los cuatro ámbitos prioritarios convenidos en su sesión de primavera de 2006 como piedras angulares de la Estrategia de Lisboa renovada: invertir en conocimiento e innovación; liberar el potencial empresarial, en particular el de las PYME; invertir en las personas y modernizar los mercados laborales; y aumentar las oportunidades de empleo para las categorías prioritarias.

El Consejo Europeo subraya además que después de 2010 será preciso mantener un compromiso permanente a escala de la UE en favor de las reformas estructurales y del desarrollo sostenible y la cohesión social con el fin de consolidar los progresos realizados mediante la Estrategia de Lisboa renovada para el crecimiento y el empleo. Por consiguiente, el Consejo Europeo invitó a la Comisión, al Consejo y a los coordinadores nacionales de Lisboa a que empiecen a reflexionar sobre el futuro de la Estrategia de Lisboa para el periodo posterior a 2010.

El cambio climático fue otro de los temas fundamentales abordado durante el Consejo Europeo. El año pasado, la UE asumió compromisos firmes y ambiciosos en materia de política climática y energética; ahora, en 2008, el reto consiste en ofrecer resultados. La UE está empeñada en mantener su liderazgo internacional en materia de cambio climático y de energía. En este sentido, el objetivo en 2009 consistirá en lograr, en Copenhague, un acuerdo ambicioso, mundial y detallado en materia de cambio climático para el periodo posterior a 2012.

Por otra parte, ha llegado el momento de que la UE tome decisiones concretas para alcanzar los objetivos fijados en el Consejo Europeo de primavera de 2007, en el que los dirigentes europeos se comprometieron a reducir las emisiones de CO2 de la UE en un 20% antes de 2020. Hacer realidad esta ambición es lo que pretende el paquete de medidas sobre clima y energía, adoptado por la Comisión el 23 de enero. Y un nuevo acuerdo internacional sucesor del protocolo de Kioto permitiría ir más lejos aún.

Durante la Cumbre, se trató también la estabilidad de los mercados financieros y las relaciones internacionales (en particular, el proyecto de Unión Mediterránea). Esta última iniciativa pretende reforzar la cooperación entre los Estados miembros europeos y los países del Mediterráneo no pertenecientes a la Unión Europea.

Asimismo, el Consejo Europeo refrendó el informe provisional del Consejo (ECOFIN) sobre la estabilidad de los mercados financieros. Según las conclusiones de la Presidencia, aunque el estado del sistema financiero internacional sigue siendo frágil, desde el pasado otoño se han efectuado algunos ajustes en respuesta a las turbulencias de los mercados financieros, a medida que tanto el Banco Central Europeo como las autoridades nacionales y de la UE y las entidades financieras han tomado medidas para estabilizar la situación.