La Comisión aprueba un paquete de medidas contra el cambio climático
En el caso de España, en 2020 el 20 por ciento de su energía deberá producirse con el sol, el viento, el agua o la materia orgánica y tendrá que haber cortado sus emisiones de dióxido de carbono al menos un 10 por ciento respecto a 2005, según el plan presentado hoy por la Comisión Europea.
Por otra parte, se incentivará a los principales responsables de las emisiones de CO2 para que desarrollen tecnologías de producción no contaminantes a través de una profunda reforma del régimen comunitario de comercio de derechos de emisión (RCCDE), que impondrá un límite a las emisiones a escala de la UE.
El objetivo del paquete de propuestas es que la UE cumpla su compromiso de reducir los gases de efecto invernadero en un 20 por ciento como mínimo e incremente hasta un 20 por ciento la cuota de energías renovables en el consumo energético de aquí a 2020, tal como acordaron los dirigentes de la UE en marzo de 2007. La reducción de las emisiones aumentará al 30 por ciento en 2020 cuando se alcance un nuevo acuerdo global sobre el cambio climático.
Basándose en el RCCDE, Bruselas propone reforzar el mercado único del carbono a escala comunitaria, que incluirá más gases de efecto invernadero (actualmente sólo está incluido el CO2) y englobará a todos los principales emisores industriales. Los derechos de emisión que salgan al mercado irán disminuyendo año tras año para permitir que las emisiones cubiertas por el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión se hayan reducido en 2020 en un 21 por ciento desde los niveles de 2005.
Según el plan, las industrias más contaminantes, como las eléctricas estarán obligadas a pagar más por sus permisos de contaminación a partir de 2013 (ahora sólo lo hacen si emiten más del tope asignado por la Comisión); el resto de sectores, como el transporte, la agricultura, la construcción o la gestión de basuras, estarán sometidos al máximo paneuropeo del 20 por ciento, dividido por países según su riqueza y sus posibilidades.
Además de un mercado de los contaminantes que funcione correctamente, todos los Estados miembros tienen que comenzar a cambiar urgentemente la estructura de su consumo de energía. Hoy en día, la cuota de las energías renovables en el consumo final de energía de la UE es del 8,5 por ciento, lo que significa que es necesario un incremento medio del 11,5 por ciento para poder cumplir el objetivo del 20 por ciento en 2020.
El paquete de propuestas también trata el objetivo mínimo del 10 por ciento para el uso de biocombustibles en el transporte en la UE que deberá alcanzarse para 2020. Este porcentaje es el mismo para todos los Estados miembros.
Bruselas ha adoptado también unas nuevas directrices comunitarias sobre ayudas estatales en favor del medio ambiente que ayudarán a los Estados miembros a elaborar una política europea sostenible para el clima y la energía. Estas nuevas directrices amplían el campo de aplicación de los proyectos de ayuda e incrementan también las intensidades de ayuda. Igualmente, establecen nuevas condiciones para las ayudas estatales al objeto de fomentar la protección del medio ambiente.