La UE propone crear una alianza mundial para ayudar a los países más pobres a adaptarse al cambio climático

La Comisión Europea ha propuesto la instauración de una nueva alianza mundial entre la Unión Europea y los países en vías de desarrollo para ayudarles a adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos. En este sentido, la UE y estos países se emplearán conjuntamente en integrar el cambio climático en sus estrategias de reducción de la pobreza. Además, la Unión invertirá importantes recursos para esta causa.

Según las estimaciones del grupo intergubernamental de expertos sobre la evolución del clima (GIEC), la mayoría de las regiones del mundo, y más particularmente los países en vías de desarrollo, serán los más afectados por el cambio climático. Por este motivo, el Comisario encargado de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, en asociación con el Comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, y la Comisaria de Relaciones Exteriores y Política Europea de Vecindad Benita Ferrero-Waldner, han presentado esta propuesta, que ofrece un amplio abanico de acciones, gracias al diálogo, al intercambio y a una cooperación concreta entre la UE y los países en desarrollo.

Concretamente, la ayuda prevista, en el marco de la alianza mundial para la lucha contra el cambio climático, se centrará cinco dominios de acción: puesta en marcha de medidas concretas de adaptación; reducción de emisiones debido a la tala; integración del cambio climático en las estrategias de cooperación al desarrollo y de lucha contra la pobreza; y ayuda a los países pobres para que saquen partido del mercado mundial del carbono y para que estén mejor preparados ante la llegada de catástrofes naturales.

Esta nueva alianza reitera el compromiso de la Comisión, contraído en el marco del plan de acción de la UE sobre el cambio climático y el desarrollo. En este sentido, Bruselas ya destinó 50 millones de euros para el periodo 2008-2010. No obstante, es importante disponer de recursos más importantes si se propone cubrir las necesidades de manera adecuada. Por esta razón, Bruselas hace un llamamiento a los Estados miembros de la UE para que aumenten la ayuda pública al desarrollo durante los próximos años, con el fin de hacer frente al cambio climático en los países más vulnerables.

Durante los últimos años, el vínculo entre el cambio climático y la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos es evidente. Siete de las diez catástrofes más mortales de estos últimos 20 años tuvieron lugar entre 2000 y 2006. Sólo desde julio de 2007, la Comisión Europea ha asignado 24,5 millones de euros a las víctimas de catástrofes naturales ocurridas en Colombia, el Caribe, Perú, Kenia, la India, Bangladesh, Nepal, Corea del Norte y Sudán.