El plan, compuesto por diez puntos, se ha elaborado en respuesta a la petición de los jefes de gobierno europeos reunidos en la pasada Cumbre de primavera para que se ponga en marcha una "estrategia general de innovación para Europa que traduzca las inversiones en conocimiento en productos y servicios".

Su contenido, basado en los trabajos preparatorios del anterior Primer Ministro de Finlandia, Esko Aho, es una versión reducida del informe titulado "Creación de una Europa innovadora" publicado en enero de 2006 con algunos extras añadidos.

En el nuevo documento, Bruselas reclama a los Estados miembros y a los países en vías de adhesión "liderazgo político y acciones decisivas", y les invita a ajustar sus políticas económicas y a realizar las demás reformas económicas para que este plan pueda ponerse en práctica sin problemas.

Una de las principales prioridades de la Comisión es la creación de mercados pilotos que potencien la innovación. Esto supondría utilizar una combinación de innovación y de instrumentos políticos adecuados que permitan eliminar los obstáculos que dificultan la creación y comercialización de nuevos productos innovadores y estimular su demanda.

En este sentido, Bruselas llevará a cabo un análisis detallado de los obstáculos que frenan el uso de las nuevas tecnologías, especialmente en áreas de interés público como, por ejemplo, el medio ambiente, la salud y la seguridad. Dicho análisis conformará la base de una estrategia global para los mercados piloto.

Otro de los sectores a los que se dirige el plan es el de la educación. Según la Comisión, "sólo contando con la educación, como política fundamental, la innovación logrará el apoyo necesario. La educación deberá promover el talento y la creatividad desde un primer momento".

En el ámbito de la investigación el plan reclama el desarrollo de un mercado único de trabajo para los investigadores, así como la creación de vínculos más estrechos entre la investigación y la industria. Una de sus recomendaciones es la creación del Instituto Europeo de Tecnología.

La UE se compromete también a reformar las normativas sobre ayudas estatales en I+D e innovación y a mejorar sus mecanismos de orientación sobre los incentivos fiscales en materia de I+D. Con esta medida se espera que aumente la inversión de las empresas europeas en investigación y desarrollo.

Por lo que respecta a los derechos de propiedad intelectual, la Comisión se compromete a poner en marcha una nueva estrategia en materia de patentes que permita establecer procedimientos económicamente asequibles para su registro. Este compromiso se materializará en 2007 en una estrategia global sobre derechos de propiedad intelectual.

Otras cuestiones abordadas por el plan son el establecimiento de impuestos de derechos de autor para los productos y servicios digitales y el papel de los fondos de cohesión de la UE en la promoción de la innovación a nivel regional.