El balance general del primer año del Pacto de Estabilidad y Crecimiento es positivo
La reforma de 2005 del Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha propiciado una mejora significativa de la aplicación del procedimiento de déficit excesivo. Aunque a todos los Estados miembros con déficit superiores al 3 por ciento se les sigue aplicando dicho procedimiento, la reforma permite tener en cuenta de manera más adecuada las consideraciones específicas relativas al crecimiento económico y la situación de las finanzas públicas de cada país.
Se han establecido plazos realistas para la corrección de los déficit excesivos, teniendo en cuenta la debilidad del crecimiento económico, pero el ajuste fiscal estructural recomendado es significativo, sobre todo si se considera que en la actualidad dicho ajuste se expresa neto de efectos excepcionales y temporales, con lo que se garantiza una corrección más duradera de los déficit excesivos.
Según los resultados presupuestarios de 2005, el déficit nominal de la UE se redujo hasta el 2,3 por ciento del PIB desde el 2,6 por ciento en 2004 (2,4 por ciento y 2,8 por ciento, respectivamente, en la zona euro). Desde el punto de vista estructural, eso supone una mejora del 0,75 por ciento del PIB, aproximadamente, el mayor ajuste presupuestario desde 1997.
Pero el pacto no sólo se refiere a la corrección de los déficit excesivos. El propósito principal es garantizar objetivos a medio plazo saneados para las finanzas públicas, que en la actualidad se recomiendan entre el -1 por ciento del PIB en el caso de los países con endeudamiento reducido/potencial elevado y el equilibrio o superávit en el de los países con endeudamiento elevado/potencial reducido.
Del análisis de los programas de estabilidad y convergencia remitidos tras la reforma del Pacto se desprende que los Veinticinco se han fijado objetivos a medio plazo que en general se ciñen a los principios acordados.
Otra novedad positiva es que las proyecciones presupuestarias están basadas, en la gran mayoría de los casos, en hipótesis realistas de crecimiento, sin que, se recurra apenas a medidas excepcionales o temporales de otro tipo. Sin embargo, en algunos casos los planes presupuestarios a medio plazo carecen de la ambición necesaria para salvar la distancia que media entre las situaciones fiscales actuales y los objetivos presupuestarios a medio plazo. Según la Comisión, en 2006, y también en 2007, se debería sobre todo proceder a ajustes fiscales de mayor calado, en un contexto de recuperación económica.
En cuanto a las finanzas públicas de la UEM, el informe de 2006 incluye dos secciones analíticas centradas en: el papel de las instituciones y normas nacionales de política fiscal (por ejemplo, límites de gasto, "pactos nacionales") como complemento valioso de las contempladas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento; y en la política fiscal cuando la coyuntura es positiva. Los últimos acontecimientos y las previsiones de primavera de 2006 de la Comisión confirman que la recuperación económica avanza en la eurozona y en la UE.