El proyecto de Directiva busca la prevención de los daños ambientales basándose en el principio de ´quien contamina paga´. Las medidas preventivas o reparadoras deben ser adoptadas por el operador cuya actividad haya causado el daño, lo que para la UE en principio debería inducir a los operadores a minimizar los riesgos de daño ambiental.

Para algunas actividades profesionales de alto riesgo quedan cubiertos todos los daños ambientales y se aplica un principio de responsabilidad estricta. Para otro tipo de industrias sólo queda cubierto el daño a especies y hábitats protegidos, en caso de falta o negligencia por parte del operador.

Asimismo, el proyecto de Directiva prevé la posibilidad de que el público interesado solicite a la autoridad que actúe, la cooperación entre Estados miembros en caso de contaminación transfronteriza y el fomento de la creación de instrumentos de garantía financiera. Las disposiciones de esta Directiva no son retroactivas.