Semana Mundial del Agua 2012: la gestión de las cuencas hidrográficas dentro de la UE deberían estar más integradas con la planificación espacial

La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado un informe en vísperas de la Semana Mundial del Agua (26-31 de agosto), que recomienda una mayor integración de la planificación espacial coordinada y la gestión del agua en la Unión Europea.

El informe "La cohesión territorial y la gestión del agua en Europa: una perspectiva espacial", que aborda el hecho básico de que las cuencas hidrográficas y regiones administrativamente distintas a menudo tienen límites diferentes, dando lugar a un desajuste entre la ordenación del territorio y la gestión del agua, ha sido publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) en vísperas de la Semana Mundial del Agua 2012 que se celebra del 26 al 31 de agosto. En la Semana Mundial del Agua 2011, la UE reafirmaba su compromiso de cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Según el informe, la gestión de cuenca debe integrarse más estrechamente con la ordenación del territorio. Esto conseguiría un enfoque estratégico para la planificación, destacando las decisiones que afectan a los recursos hídricos. Recomienda por lo tanto, una mayor integración de la planificación espacial coordinada y gestión del agua. La situación actual supone que los costes pueden recaer sobre los que no se benefician; por ejemplo, la contaminación del agua en la agricultura en un territorio que fluye río abajo hacia otros territorios. Además, los beneficios pueden llegar hasta los que están fuera del territorio y que no han pagado por ellos. Un ejemplo de esto son los bosques en un territorio que regulan las inundaciones aguas abajo en un territorio diferente. Y no sólo afectan a los intereses humanos. Aproximadamente 250 especies de macrófitos y 250 especies de peces viven en las aguas superficiales continentales europeas y un número significativo de aves, peces y mamíferos dependen de los humedales para la cría o alimentación.

La pieza central de la legislación sobre aguas de la UE, la Directiva Marco del Agua, que se lleva a cabo a través de los planes hidrológicos de cuenca, toma en cuenta que las cuencas hidrográficas y las regiones administrativamente distintas a menudo tienen límites diferentes, dando lugar a un desajuste entre la ordenación del territorio y gestión del agua.