Veinticinco Estados miembros firman el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza

Los líderes europeos han firmaron el 2 de marzo el nuevo tratado destinado a fortalecer la disciplina fiscal y la convergencia en la zona del euro. El tratado introduce una "regla de equilibrio presupuestario" y un mecanismo automático de adopción de medidas correctoras, que requiere que los presupuestos estén en equilibrio o en superávit, un criterio que se cumpliría si el estructural anual déficit público no supera el 0,5% del PIB en los precios de mercado.

El Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza, o también conocido como el pacto fiscal, ha sido firmado el 2 de marzo por los líderes de veinticinco Estados miembros, con la abstención del Reino Unido y la República Checa. El contenido del nuevo Tratado, que introduce una "regla de equilibrio presupuestario", fue aprobado en la última reunión del Consejo Europeo en enero.

Una vez que el tratado entre en vigor, en el caso de desviación de esta norma, un mecanismo de corrección automática se activará. Será definido por cada Estado miembro sobre la base de los principios propuestos por la Comisión Europea. El Tribunal de Justicia de la UE verificará la transposición nacional de la regla de equilibrio presupuestario. Su decisión es vinculante y puede ser objeto de seguimiento que puede derivar en una multa de hasta el 0,1% del PIB a pagar al Mecanismo Europeo de Estabilidad en el caso de los Estados miembros de la zona del euro.

El tratado también incluye disposiciones relativas a la coordinación y la convergencia de los Estados miembros en cuanto a las políticas económicas y sobre la gobernanza de la zona del euro. En particular, las reuniones del Eurogrupo se llevarán a cabo al menos dos veces al año. El pacto fiscal será jurídicamente vinculante, como un acuerdo internacional y entrará en vigor tras su ratificación por al menos 12 Estados miembros de la zona del euro. Sólo se aplicará a las partes firmantes cuya moneda es el euro, mientras que el resto estará obligado por sus disposiciones una vez adopten el euro, a menos que declaren su intención de quedar obligados por determinadas disposiciones en una fecha anterior a la adopción.