La OCDE aconseja invertir más en ciencia, tecnología e innovación

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica en su último informe anual que tanto los miembros de la OCDE como aquellos que no lo son deben fomentar la inversión en ciencia, tecnología e innovación (CTI) para hacer frente al aumento de la competición global y favorecer el crecimiento a largo plazo. La CTI ofrece a las sociedades la posibilidad de superar los incontables retos a los que se enfrentan, ya sean estos sanitarios, demográficos o de otra índole. Para ello es clave mantener la inversión en la CTI.

En el informe "Perspectivas sobre Ciencia, Tecnología e Industria 2010" de la OCDE se indica que los miembros de esta organización han presentado cifras deficientes de gasto en investigación y desarrollo (I+D), con una reducción del crecimiento anual del 4% en los últimos años hasta un 3,1% en 2008. En este sentido, las cifras para el año 2009 presentadas por el cuadro de indicadores de la UE mostraban ya este retroceso generalizado en la inversión en I+D en el seno de la Unión, tendencia que en España, por contra, reflejó un incremento de inversión en ese periodo.

En cuanto a la cantidad de patentes, los datos publicados por la OCDE muestran que éstas aumentaron en más de un 2% de 1995 a 2008, pero en menor medida en los últimos años y sobre todo en 2008 en el ámbito de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El número de marcas registradas también fue un 20% inferior. El informe sugiere que un aumento de la calidad podría haber provocado la disminución en la cantidad de patentes. Es posible que las empresas estén prefiriendo otras formas de proteger su base de conocimientos mediante, por ejemplo, mecanismos colaborativos relacionados con las ciencias de la información.

Las empresas se han visto forzadas a moderar sus esfuerzos de mantenimiento de la actividad innovadora y el comercio y la inversión extranjera han afectado negativamente a las cadenas de valor globales. Esto ha obstaculizado las capacidades técnicas y la inteligencia de mercado de las empresas.

No obstante, la OCDE informa también de varios resultados positivos. A pesar de los estragos que ha causado la crisis en la economía mundial durante los últimos dos años, existen varios países que han aumentado su gasto. Alemania, Corea del Sur, Suecia y Estados Unidos han impulsado la innovación a largo plazo en sus fronteras mediante un aumento del gasto en investigación pública. Además, todos los miembros de la OCDE, menos los Estados Unidos, registraron aumentos en la producción de artículos científicos entre 1998 y 2008.

También se informa de un aumento continuo del gasto en I+D por parte de las economías emergentes. Rusia, por ejemplo, informó que su gasto en I+D en 2008 alcanzó el 2% del total de la OCDE, lo que equivale casi al gasto combinado de Italia y Canadá.

No obstante, en este contexto es necesario averiguar cómo fomentar la innovación, por lo que la OCDE ya presentó una Estrategia para la Innovación en junio de 2010, pero, además, el informe de la OCDE señala una serie de cuestiones a las que se ha de dar solución. Por ejemplo, los gobiernos han de establecer un sistema compartido de gobernanza de la cooperación internacional en ciencia y tecnología para superar retos comunes como el cambio climático. Los miembros también han de mejorar el apoyo político ofrecido en distintos segmentos de la cadena de valor de la innovación, por ejemplo el relativo a la iniciativa empresarial. El informe indica también que se debe mejorar la infraestructura de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y ampliar el acceso a los datos generados por investigacion es públicas. Por último, es necesario mejorar la coordinación entre las políticas a nivel regional, nacional e internacional.