La Comisión Europea ha presentado el 9 de diciembre de 2010 una propuesta mediante la que se propone impulsar la posición del productor en la cadena de suministro lácteo y preparar el sector para un futuro más sostenible y orientado al mercado. La propuesta de la Comisión atiende a las necesidades acuciantes de este sector y se inserta en los objetivos generales marcados por el futuro de la Política Agrícola Comunitaria para después de 2013.

La propuesta presentada por la Comisión en relación a las relaciones futuras en el ámbito del mercado lácteo comunitario prevé la existencia de contratos escritos entre los productores de leche y los transformadores además de la posibilidad de negociar colectivamente las cláusulas de los contratos a través de las organizaciones de productores para equilibrar la capacidad negociadora de los productores de leche frente a los principales transformadores.

Si bien estos contratos serían facultativos, los Estados miembros podrían establecer su obligatoriedad. En cualquier caso, deberían ser redactados antes de las entregas, e incluir datos sobre el precio, el calendario y el volumen de las entregas y su duración.

Uno de los objetivos de la propuesta consiste en tratar de reequilibrar la capacidad de negociación en la cadena de suministro, permitiendo a los agricultores negociar contratos colectivamente a través de las organizaciones de productores. Unos límites cuantitativos apropiados al volumen de esta negociación pondrán a los agricultores en pie de igualdad con las principales centrales lecheras, preservando una competencia adecuada en el suministro de leche cruda.

La propuesta establece también normas específicas de la UE sobre las organizaciones interprofesionales que cubren todas las partes de la cadena. Estas organizaciones pueden desempeñar una función útil en la investigación, la mejora de la calidad, la promoción y la difusión de buenas prácticas en materia de producción y métodos de transformación. Contribuyen a propagar los conocimientos y la transparencia en el sector. Además, se contempla una información más periódica sobre los volúmenes de leche cruda entregados a fin de facilitar el mejor conocimiento de la producción y seguir la evolución del mercado.

Se propone que estas medidas permanezcan en vigor hasta 2020, con revisiones en 2014 y 2018; este calendario debería ser suficiente para que los productores de leche se adapten a la desaparición de las cuotas lácteas y mejoren su organización en un entorno más orientado al mercado. Unas relaciones más claras y equilibradas y la transparencia en la cadena de suministro deben también traducirse en una mayor eficiencia y facilitar que el sector de la UE aproveche las nuevas oportunidades del mercado dentro y fuera de la UE.

Las medidas se basan en las recomendaciones formuladas por el Grupo de expertos de alto nivel sobre la leche (GAN), que fueron aprobadas en las conclusiones de la Presidencia del Consejo de 27 de septiembre de 2010. El GAN ha detectado grandes desequilibrios en la cadena de suministro, una industria cada vez más concentrada que trata con productores de leche numerosos y dispersos y un reparto desigual del valor añadido. Esta situación ha provocado una falta de transparencia, rigideces y problemas de transmisión de precios en la cadena de suministro que han llevado a una crisis en el sector lechero cuyo último reflejo ha sido la reducción en las entregas en las cuotas lecheras registradas en la campaña de producción 2009/2010.